Thursday, November 16, 2017


Olókun, Dueña de los Mares

Este es el Orisa de mayor estabilidad en la religión Yoruba, representa las ¾ partes del mundo, que es agua, sus riquezas son totalmente infinitas. Dicen las escrituras religiosas que su templo es de plata por fuera y de marfil por dentro. Es considerada la divinidad más grande, por encima de cualquiera de los máximos jefes de la Tierra y tiene una gran relación con la prosperidad. Es el encargado de proveer cuantiosas riquezas materiales a los humanos en la Tierra. Se le rinde culto en una parte del Estado de Lagos y en Ilé Ifé, ambas ciudades importantes de Nigeria, África. 
Olókun es una divinidad tan poderosa como Ogún, Shangó y Sapuana. Su color favorito es el negro, sin embargo bajo a la Tierra vestido de blanco. En las escrituras de Ifá, en el odu Baba Ejiogbe se cuenta una historia que narra cuando Otura Niko (Otura Ejiogbe) necesitaba pasar el mar para llegar a otra tierra y no tenía las posibilidades, así que fue a verse con Orunmila. Este le hizo un Osode donde le vio el odu Baba Ejiogbe y le dijo que tenía que sacrificarle una carnera blanca a Olókun y darle muchos "adimu" (ofrendas). Otura Niko estuvo días trabajando hasta que pudo encontrar las posibilidades de obtener lo que Orunmila le había marcado para hacerse su ebó. En su momento Otura Niko fue a la orilla del mar con las ofrendas solicitadas para su ebó, le dio de comer a Olókun, y al terminar quedó muy asombrado ante la manifestación de gran poder de Olókun cuando vio que el mar se abrió permitiendo que él lo atravesara y así cumplir su deseo. 
Los océanos pertenecen a Olókun y allí se encuentran las grandes riquezas del planeta: petróleo, gas, oro, minerales preciosos, peces, vida marina y un sin fin de recursos importantes; es por ello que en los Ese (historias) se le considera el orisa más próspero.


El anterior Ese nos certifica la relación entre el odu Baba Ejiogbe y la deidad Olókun, además nos muestra la fortaleza que nos da la ceremonia de dar un carnera blanca a esta deidad. 
 
Existe una ceremonia para recibir a esta deidad, pero lo que es poco conocido es que la persona recibe también a un conjunto de deidades que viven con ella.
 
Componentes y deidades que conforman el fundamento de Olokun son:

Asú: Arena.
Efe: Representa las espiritualidades de Olókun y se encarna en el manatí Esta deidad refrena y equilibra a los otros espíritus o poderes de Olókun, comanda la cabeza de Olókun.
Aye Shaluga: Se representar con conchas marinas.
Olosá y Oloná: Orishas de las lagunas.
Ikokó: Representa el Osun de Olókun.
Osará: Diosa de los lagos subterráneos. 
Boromu: Dios de las corrientes marinas.
Somunganga: Representa la vida.
Akaro: Representa la muerte.
Borisia: Orisa de los tornados marinos y corrientes de aire.
Jembó: Orisa de la espuma del mar.
Orisa Ajé: Orisa que proporciona estabilidad y firmeza.
Aagna Ekun: Representa la prosperidad de los Océanos.
Añagui Olókun: Es el Esu que acompaño a Olókun en su viaje a la Tierra.
Eggun de Olókun: Vive en un obi pintado de blanco, azul y negro. Lo blanco representa la espuma de mar, lo azul representa la superficie y lo negro representa las grandes profundidades.
Osayin de Olókun: Vive en un recipiente (Ajere) pintada de verde y blanco. Tiene como función el control de Oloná y Olosá que son los hijos encadenados que tuvo Olókun con Osún.
Eri Olokun: Nieto de Olókun y custodio de esta deidad. Vive en un recipiente que va colgado en la tinaja.
  
Cuando todos los Orisas echaron suerte sobre las diferentes partes de la tierra, unos obtuvieron grandes territorios otros pequeños con diferentes poderes y atributos, Olókun por la traición que le hizo a Orunmila en la bajada de Orunmila a la tierra por el Odu Ogunda Meyi, le toco vivir en Aije Eko (La Atlántida). Había una montaña llamada Adura, donde ya vivían una pareja (hombre y mujer) que se llamaban Ikeni e Ivakon, ellos engendraron una sola hija que se llamó Ajaramá Alesú, y siendo muy joven murieron sus padres. Olokun se enamoró de ella y la hizo su mujer con la que tuvo muchos hijos, los cuales colocó en Aije Eko. Cuando los seres humanos comenzaron a llegar a Aije Eko, Olokun hizo inaccesible su dominio y los hundió en las profundidades del mar. Era tanta la riqueza de Olókun que no había rey sobre la Tierra que haya poseído, ni poseerá jamás, cosas semejantes.
 
En el reino de Olókun, crecían toda clase de animales, sobre todo gansos, patos y cisnes, toda clase de legumbre, frutas y viandas, y es por eso el origen del awuán de Olokun (ofrenda que se hace alrededor de una cesta con legumbre, frutas y carnes, ofrecida al orisa). En rememoración de sus grandes riquezas, y para rendirle tributo a sus dominios debemos realizar este awuán, de esta manera obtendremos un poco de él. Los sacerdotes de Ifá, al recibir a esta deidad, son los únicos en obtener el secreto de Olókun. (Por esta razón considero a esta deidad como una de las más importantes en el panteón Yoruba, y particularmente por ser Omo Olókun por lo que anualmente rindo un tributo especial.)


Información tomada de Edibere, Egbe Orisaoko




Olokun, Owner of the Seas

This he is orisa of greater stability in the Yorubá religion, represents ¾ parts of the world, that is water, his wealth are totally infinite. They say the religious writings that its temple is of silver by outside and of Ivory on the inside. The divinity is considered greatest, over anyone of the top Earth heads and has a great relation with the prosperity. He is the one in charge to provide numerous material wealth to the Earth humans. One surrenders to him cultured in a part of the State of Lagos and in Ilé Ifé, both important cities of Nigeria, Africa. 
Olókun is a as powerful divinity as Ogún, Shangó and Sapuana. Its favorite color is the black, nevertheless low to the Earth dressed target. In the writings of Ifá, in odu Ejiogbe Dribble counts a history that narrates when Otura Niko (Otura Ejiogbe) needed to pass the sea to arrive at another earth and it did not have the possibilities, so it went to see itself with Orunmila. This it did osode to him where Ejiogbe Dribble saw odu him and it said to him that it had to sacrifice a white carnera to him to Olókun and to give him many “adimu” (offerings). Otura Niko was days working until it could find the possibilities of obtaining what Orunmila had marked to him to become his ebó. Otura Niko at the time went to the border of the sea with the offerings asked for his ebó, it gave him to eat to Olokun, and when finishing it was astonished very before the manifestation of great power of Olokun when it saw that the sea was abrió thus allowing that crossed it and to fulfill its desire. 
The oceans belong to Olókun and there are the great wealth of the planet: precious petroleum, gas, gold, minerals, fish, marine life and an endless ones of important resources; it is for that reason that in That (histories) considers orisa him more prosperous.


Previous Those us certifica the relation between odu Ejiogbe Dribble and the Olókun deity, in addition shows the strength to us that gives the ceremony to give a white carnera us to this deity. 
 
A ceremony exists to receive to this deity, but what little it is known it is that the person also receives to a set of deities that live with her.
 
Components and deities that conform the foundation of Olókun are:

Asú: Sand.
Efe: It represents the espiritualidades of Olókun and This deity is incarnated in the manatí checks and balances the other spirits or powers of Olókun, command the head of Olokun.
Aye Shaluga: To imagine with marine shells.
Olosá and Oloná: Orishas of the lagoons.
Ikokó: It represents the Osun de Olókun.
It will dare: Goddess of the Lagos underground. 
Boromu: God of the sea currents.
Somunganga: It represents the life.
Akaro: It represents the death.
Borisia: Orisa of marine tornados and airflows.
Jembó: Orisa of the foam of the sea.
Orisa Ajé: Orisa that provides stability and firmness.
Aagna Ekun: It represents the prosperity of the Oceans.
Añagui Olókun: It is the Esu that I accompany to Olokun in its trip to the Earth.
Eggun de Olókun: It lives in obi painted of target, blue and black. The target represents the foam of sea, the blue thing represents the surface and the black represents the great depths.
Osayin de Olókun: Green and white guinea fowl lives in a container (Ajere) on. It has like function the control of Oloná and Olosá that are the chained children whom Olókun with Osún had.
Eri Olokun: Grandson of Olókun and guard of this deity. He lives in a container that goes hung in tinaja.
  
When all the Orisas threw luck on the different parts from the Earth, small ones with different powers obtained great territories other and attributes, Olókun by the treason that did to him to Orunmila in the slope of Orunmila to the Earth by the Odu Ogunda Meyi, I am called on to him to live in Aije Eko (the Atlantis). Had mountain called Adura, where already a pair lived (man and woman) that was called Ikeni and Ivakon, they generated a single daughter who was called Ajaramá Alesú, and being very young their parents died. Olókun fell in love with her and his wife did with whom she had many children, which placed in Aije Eko. When the human beings began to arrive at Aije Eko, Olókun made its dominion inaccessible it sank and them in the depths of the sea. The wealth of Olókun was so much that was no king on the Earth that it has owned, nor will never own, similar things.
 
In the kingdom of Olókun, they grew all animal class, mainly geese, vegetable ducks and swans, all class, fruits and viandas, and is for that reason the origin of awuán of Olókun (offering that becomes around a basket with vegetable, fruits and meats, offered to orisa). In rememoración of its great wealth, and to render tribute to him to its dominions we must realize this awuán, this way we will obtain a little he. The priests of Ifá, when receiving to this deity, are the unique ones in obtaining the secret of Olókun. (I therefore consider to this deity like one of most important in the Yoruba pantheon, and particularly for being Omo Olókun reason why annually I render a special tribute.)

Information taken from Edibere, Egbe Orisaoko

Wednesday, November 1, 2017

Hacer el Bien a medias


Hacer el Bien a Medias

A pesar de que Ifá dice que uno debe ser benevolente en todo momento, Ifá nos advierte de que cualquier asistencia que uno rinda a otra persona, debe ser hecha de tal manera que beneficie al que la reciba. Ifá dice que uno no debe rendir asistencia a medias, porque al final, tal asistencia no será útil para el que lo da, como para el que lo recibe, y podría incluso llevar a problemas. Un ejemplo se consigue en el Odu Ofún Meji, donde dice Ifá:

Àsoore Isetán nii Je melooriyin
Diá fún Àlàde Oníwàta- Mètú
Ni´jo ti ´n lo rèé dá´ko ebá onà
Ebo ni wón ní kó wáá se
Ó ko´ti ogbonyin sébo
Àlàdé i bá tètè mo
I bá wááf´owó s´ àrúfín ebo

Traducción:
Hacer el bien a media, usualmente lleva a no recibir la gratitud de aquellos a quien uno asiste
Esta fue la declaración de Ifá para Àlàdé Oníwatá- Mètú
Cuando iba a cultivar la granja a la orilla del camino
Fue aconsejado de ofrecer ebo
Él se rehusó a cumplir
Si Àlàdé hubiera sabido antes de que fuera tarde
El habría gastado su dinero para ofrecer todo el ebo prescrito.

Esta fue la declaración de Ifá Àlàdé Oníwatá- Mètú era un hombre de buen corazón. Todos los días de su vida, el planeaba asistir a las personas y darle a los necesitados. Él era conocido por ser un hombre benevolente. Como resultado de su benevolencia, mucha gente iba a su casa a buscar algún favor.
Ellos nunca eran decepcionados. El único momento en el que Àlàdé decía que no a alguien, era cuando él no tenía lo que esa persona había venido a buscar. Algunas veces, sin embargo, el pedía dinero prestado para darle a los necesitados. Él también tenía el hábito de darle sus propios vestidos a los demás, si sentía que los necesitaban más que él. Este era el estilo de vida de Àlàdé Oníwatá- Mètú.
Un día, Àlàdé planeó comenzar a cultivar en otra granja que estaba en la orilla del camino. Haciendo eso, el sentía que aquellos que necesitaban su asistencia, tendrían más fácil acceso a él y el sería capaz de ayudar a más gente. Por está razo, él se acercó a los Awo mencionados arriba para consultar Ifá: ¿Tendré una cosecha abundante, en la granja que voy a cultivar? ¿Seré capaz de ayudar a más gente en esta nueva ubicación. Estas fueron las dos preguntas que Àlàdé tenía en su mente, cuando se acercó para consultar Ifá. Él sabía que una cosecha abundante le daría mayor capacidad de llegar a más personas.
Los Awo le aseguraron que ciertamente tendría una cosecha abundante. Sin embargo, le advirtieron que aunque a él le encantaba ayudar a la gente, él tenía que asegurarse de que, a quien fuera a ayudar, debía darle la ayuda completa y no a medias. Le dijeron que ayudar alguien a medias solo lo llevaría a tener problemas. Por ejemplo, si el planeaba darle a alguien un vestido, él debía darle un vestido completo: pantalones, ropa interior, camisa y sombrero que hicieran juego. No era recomendable para él, darle a la persona unos pantalones y mandar a la persona a buscar una camisa, ropa interior y sombrero en otro lado. Si el planeaba alimentar a alguien, él debía estar listo para darle a esa persona comida, bebida, tabaco, etc., para satisfacer completamente a la persona. Si él no podía hacer esto,  Àlàdé fue advertido de que no ofreciera la ayuda en absoluto.
El acuso al Awo de intentar manipularlo para que él diera más de lo que podía dar. Después de todo, el Awo era una de las personas que más se beneficiaría de sus buenos gestos. Él le dijo al Awo que fuera y se lanzara en la laguna, si él el Awo no estaba satisfecho con la ayuda que había recibido hasta ese momento. Àlàdé  le dijo que el ebo no sería ofrecido, y que si el Awo no estaba complacido entonces debería ir y hacer lo que fuera que le diera placer. Àlàdé entonces se paró y se fue. El Awo sin embargo le dijo que no había problemas con lo que hiciera o no el ebo, Él era libre de aceptar o rechazar el concejo del Awo. Con esto, Àlàdé se fue.
Cuando Àlàdé comenzó a cultivar la granja, él se dio cuenta que mucha más gente tenía acceso a él. Por esto, él estaba muy contento. El también tenía una buena cosecha esa temporada y esto le hacía aún más feliz.
El pronto se dio cuenta que al tener más visitantes en su granja, el necesitaba hacer más para ayudarlos a aligerar sus cargas y fatigas por sus viajes. Por esta razón, Àlàdé diseño una manera de asegurar que todo el mundo recibiría la ayuda. El decretó que quién viniera a su granja tenía que escoger entre beber agua o comer ñame tostado. Nadie tenía permitido consumir las dos cosas juntas. Lo siguiente se convirtió en el lema popular entre la gente: énikan kíí je méji l´ábá Àlàdé; bi obá je ´su o ò níí mu´mi, bí o si mu´mi oò níí je´su; lo cual significaba: nadie puede disfrutar dos cosas en la granja de Àlàdé. Si comes ñame, no puedes beber agua; y si bebes agua, no puedes comer ñame. Poco después, todos los viajeros sabían que si llegaban a la granja de Àlàdé, ellos tendrían algo para disfrutar, pero nunca serian dos cosas al mismo tiempo. Esto se había convertido en ley en su granja.
Un día un hombre llegó a la granja de Àlàdé por ayuda. Este hombre se había perdido en el bosque. Había estado divagando por 5 días sin comida ni agua. Apenas llegó a la granja de Àlàdé, el empezó a suplicar por comida y agua porque estaba muy hambriento y sediento. Él hombre suplicó que necesitaba los dos. Àlàdé dijo que tal cosa no estaba permitida en su granja. Después de suplicas y rechazos, el hombre escogió comer ñame. Àlàdé le dio dos tubérculos medianos para comer. El hombre no había terminado de comer el primero cuando su garganta se secó y el ñame se pegó a su garganta. El rogó y rogó por agua, pero Àlàdé se rehusó a dársela, declarando que él ya le había dicho que no podía disfrutar de las dos cosas juntas en su granja.  El hombre cayó y el ñame comenzó a sofocarlo. Àlàdé sintió que sería deshonroso cambiar su decreto así que no quiso dar su brazo a torcer. Momentos después el hombre murió.
Tan pronto el hombre exhaló su último suspiro, la gente comenzó a llegar a la granja de Àlàdé. Como lograron saber del incidente, era muy extraño para él. La historia en boca de la gente era que Àlàdé había atraído a una persona a su granja, ofreciéndole ñame y después lo estrangulo hasta matarlo. Àlàdé suplicó y les explicó a todos su versión de la historia, pero nadie le creyó. Àlàdé fue abofeteado y pateado por la gente. Le gritaron y lo insultaron. Le ordenaron entonces que llevara el cadáver al palacio del Oba. En su camino al palacio, él se cayó cuatro veces. Cada vez que el caía, la gente lo abofeteaba y lo pateaba, ordenándole que se pusiera de pie y siguiera cargando el cadáver.
Para colmo, él se dio cuenta que aquellos que lo pateaban y abofeteaban, eran visitantes regulares de su granja que iban frecuentemente a comer o beber allí. Todos estaban agradeciendo a Olódumare por no haber caído en la trampa de Àlàdé y no ser una de sus víctimas, como el hombre muerto había sido.
En el palacio del Oba, la pregunta que le fue hecha Àlàdé repetidamente, después de terminar su historia era,  ¿por qué cuando el hombre suplicó agua, no le fue dada el agua? Cuando Àlàdé les dijo que esa era su política el que nadie pudiese disfrutar dos cosas a la vez en su granja, Àlàdé fue insultado y declarado un hombre miserable y un asesino. Àlàdé fue condenado por asesinato. Cuando estaba a punto de ser sentenciado, Àlàdé Oníwatá- Mètú, recordó el consejo y advertencia del Awo pero era muy tarde para ser una enmienda.

En la historia anterior, podemos ver que aunque Àlàdé Oníwatá- Mètú era benevolente con mucha gente, el no completó su acción de benevolencia, y por esta razón su benevolencia no le fue de ningún provecho para él, ni para el que la recibió. En vez de ser elogiado, Àlàdé fue maldecido e insultado; también fue inculpado por matar a alguien a quien pretendía ayudar.